sábado, 10 de mayo de 2014

Pto. Sauce y Arroyo Cufré

El fin de semana del 1ro de Mayo fuimos con Claudio Alvarez y el Titanio a Sauce y Cufré. Son 70 millas desde el club Barrancas. Sin bordes....
Salimos 9:20 hs con sol y un viento sur-sudoeste medio. Bien porque nos daría de aleta. Mientras se daba la largada de la regata a Lavalle y el Crucero de la Amistad partía para Brasil, nosotros estábamos yendo hacia el par km25 del Mitre. En ese tramo nos daba de través, hacíamos entre 7 y pico y 9 nudos, con alguna racha de 2 dígitos. Cruzamos el Mitre y al apuntar hacia el Este nos daba de aleta.
  El barco navegaba muy bien, a favor de la ola, a buena velocidad media,  buena temperatura para la época.... de señoritas.
 1er contratiempo: no teníamos azucar! Chau café, té y otras infusiones.
 Apenas un rato después empezó a calmar... cada vez más. Me puse a preparar la maniobra del spi. Pasar las escotas, la braza por la punta del botalón, sacar la vela de la funda, ponerla sobre la red de sotavento.... no sé por qué me llevó mas tiempo que lo normal... por último até la driza al puño, y en la ansiedad por izar, cacé de la driza pero al revés..... y tambien no sé por qué, pero no tenía hecho un simple nudo lasca para hacer de stopper, con lo que la driza se fué por adentro del palo para arriba.... Nos quedamos sin spi apenas 1 hora y media después de empezar el viaje, con la condición ideal para izarlo. La calentura por la estupidez me duró horas.
 Para colmo siguió calmándose. Para cuando pasamos Colonia, después del 1/2 día, la condición ya era de viento muy suave, perdíamos mucha velocidad por lo que orzamos unos 20 grados alejándonos de la costa pero pasando de unos 4,5 a unos 7 nudos. Así seguimos durante la tarde, tratando de hacer caminar al barco por sobre el viento suave que se iba muriendo cada vez mas, y nosotros haciendo cada vez más camino tratando de avanzar. Hicimos algunos bordes de aleta, un rato hacia tierra, un rato hacia afuera. Llegamos al anochecer, un rato después de las 18, a Puerto Sauce; es un puerto grande y sin problemas de escollos o bajofondos, y encima barato, por lo que es bastante elegido por navegantes europeos para dejar allí sus barcos por temporada. Eso fué lo que nos encontramos: el puerto lleno. Dimos varias vueltas hasta encontrar un lugar libre para amarrar, y sólo lo pudimos hacer plegando los brazos. Una sorpresa, ya que siempre estaba vacío por la mala fama del olor de la pastera ("Fanapel", pegada al puerto).

En Pto. Sauce

No pasamos buena noche, ya que el puerto, como el de Colonia, es bastante desprotegido al viento norte, que fué casualmente el que tocó, aunque suave, y la ola, aunque chica, es molesta y golpetea el fondo plano sin descanso. Así que al otro día temprano despachamos rol, y salimos para el arroyo Cufré, 15 millas mas al Este. Viento norte medio suave, o sea, de través y desde tierra, sin ola. Agua plana, día diáfano... otra que señoritas, fué una navegación de chiquilinas escolares. Lo único que faltaba es el piloto automático, muchas horas con el culo al timón es cansador, y lo sentimos todo el viaje, a pesar de ser 2.


Sol, mar llana, brisa cálida por el través. Como en los cuentos.





 Después de algo mas de 2 horas, picada entremedio, llegamos al arroyo; hay que pegarse a la escollera para entrar, nosotros entramos cortando medio en diagonal, y tocamos fondo un par de veces, teniendo que levantar la orza; sondamos 1,20 mts en esos bancos.
 El lugar me encantó. El arroyo es virgen en la margen de Colonia, y tiene unas casitas muy lindas y coloridas en la otra margen, todas con bajadas al río. Hay un Club náutico medio pionero, tiene un par de años, con algunos optimist por ahí; están armando una pluma y un varadero. Hay un puñado de barcos fondeados, algún uruguayo, europeos, y tambien algún argento. Se puede embicar en la playa del lado de Colonia, casi frente a la boca, como en San Juan; la playita pega la vuelta y se hace playa del Río de la Plata; hermosa, con arena fina, como acostumbran por Uruguay.

 
Amarrado frente al club
 

 



 Embicado en la playa del arroyo

Misma playa pero en la boca

Hay un par de almacenes. Está para haraganear unos días en verano, tipo San Juan, pero con provisiones. Eso sí, llevar pesos uruguayos, porque los argentinos no los quieren ni regalados. Intentamos comprar azucar y fruta... nos sacaron cagando.

Anclamos río adentro, nos agarramos de popa a una rama... y pasamos la noche sin que el barco se moviera medio metro. El agua, un espejo, súper protegidos.
Quisimos salir temprano al día siguiente; 7:30 le dí un piolazo al chino, y me quedé con la piola en la mano; entre la reparación del dichoso cabito, y de un batten que se estaba saliendo, perdimos un buen rato; 9:15hs estábamos saliendo de la escollera, esta vez bien pegados. Si bien adentro el arroyo era un espejo, afuera el norte estaba bastante firme, unos 12 nudos. Fuimos bárbaro con el norte de través, entre 8 y pico, 9 nudos hasta 12; a pesar de la buena velocidad, pude calentar muy tranqui una buena sopa, el día estaba gris y medio fresco. La fantástica falta de escora....
En tres horas habíamos pasado Riachuelo y al rato estábamos acercándonos a Colonia; hicimos 30 millas a casi 9 de promedio; pasamos 4 barcos que iban en fila, perdiéndolos uno por uno atrás en el horizonte; pero cuando estábamos arribando a Colonia, de nuevo se empieza a calmar, y a negarse.... Parece que en Colonia debe haber un anticiclón local que se come todos los vientos. Se calmó, y se ré-calmó; dos horas para pasar Colonia, en los que aprovechamos para liquidar el último salamín y el queso que quedaba, mas alguna aceituna. Al través de San Gabriel, borneó al noroeste, aumentó un poquito.... pasamos de ir a 2,5 o 3 nudos, a 6 o 7, aunque tuvimos que derivar; luego se volvió a prestar un poquito, pero tambien a calmar. Así fué el resto de la tarde, suave y medio negado, por lo que anduvimos entre 5 y 6 y medio nudos, apuntando a Dársena Norte; igual caminábamos, mientras otros barcos ponían motor. Pasamos 8 o 9 barcos más en el cruce, perdiéndolos por el horizonte de popa, a pesar de ir a poco mas de 6 nudos; eso da la pauta de que estaba suave. Pudimos llegar a vela hasta las tomas de agua, luego de 9 horas y unos 10 minutos para hacer las 63 millas desde Cufré; entraba la noche, y el viento se negó y murió. Estábamos a unas 6 millas del club, haciendo 2 nudos y monedas, agua casi espejo, ya de noche.... piolazo al chino y en una hora y pico motoreando en el lago de los cisnes a unos 4,5 nudos llegamos al club.
 El barco se portó, nada se rompió por suerte, el incidente fué la driza del spi (por mi boludez), y la falta de azucar! Conocimos un lugar nuevo, el clima fué más que benigno,  y navegamos bastante. Y sigo conociendo al barco, que no es poco.