martes, 6 de enero de 2015

Cinta azul y record para Banjo

El trimaran Banjo, un Farrier F-9AX (9 metros, el modelo que le sigue en tamaño al F-82), rompió el record de la Regata Governor`s Cup, de Simon´s Town (Sud Africa) a la isla de Santa Helena, en el Atlántico, empleando 9 días 13 horas y 36 minutos para recorrer las 1750 millas de regata oceánica en los alisios del sur.

Banjo es el mas chico de la flota de 17 barcos que partieron el 27 de Diciembre. La largada y la 1ra noche fueron duras, con vientos con rachas de 40 nudos. Según reportó Kevin Webb, dueño del trimarán, en la 1ra noche rompieron el botalón cuando le pegaron a una hola que alcanzaron, pero después lo pudieron solucionar.
Después de unos días un par de centros de alta encontró a la flota en la mitad de la regata, y desde ahí fué todo con vientos muy calmos, a pesar de lo cual Banjo pudo encontrar algunos aires para romper por 5 horas el record que el mismo barco tenía desde 2010. Según Webb, el Domingo tuvieron una calma total por 8 horas, pero cuando el viento volvió lo hizo en un buen ángulo que les permitió ir a 12-13 nudos con vientos de 15. Es la 3ra vez que Banjo hace cinta azul, las tres consecutivas; para este año, le habían cambiado el palo fijo de aluminio por uno rotante alar de fibra de carbono.

El 2do barco, el Avanti, un Vickers 41, estaba a unas 250 millas aún, por lo que es probable que llegue 1,5 o 2 días después que Banjo. El 3ro es Black Cat, un Dix 38 que venía 2do hasta unos 2 tercios de regata, pero se encalmó, lo que permitió a Avanti, que estaba mas al norte, aprovechar para pasar al 2do lugar.

En la categoría multicascos 3 catamaranes la comparten con Banjo, de 35, 41 y 50 pies, pero están mas retrasados en la clasificación.

Notable esfuerzo de Banjo, Webb y sus 2 acompañantes. 


Banjo en la dura partida, 3 rizos y foque enrollado.


La página de la regata:

http://governorscup.sh/

lunes, 5 de enero de 2015

Una de cal y una de arena

Esto es así. Te dá y te quita. Cuando crees que ya lo tenés encaminado, un par de sopapos marca "Ubicate" te devuelven a la realidad. Y la realidad marca que siempre hay algo que hacer, que siempre hay algo que se rompe, que hay que arreglar, o reemplazar, o cambiar, si de tener un velero se trata. Cuando le tachás uno o dos ítems a la lista de tareas, aparecen un par nuevos para reemplazarlos. Y en general éstos ítems nuevos necesitan urgente solución porque suelen ser roturas, por lo que desplazan a otros que pueden esperar, como p.ej. "instalar tanque de agua potable y canillas", o "hacer toldilla, chubasquera, y mosquiteros".
  Es así como llega de nuevo el verano, y como uno ya está medio harto de laburar en el barco, hace lo justo y necesario para navegar, dejando esas otras cosas para "mas adelante", y este "mas adelante" se pasó de largo el 2014, por lo que para los cruceros de verano aún  no tengo toldilla, chubasquera, mosquiteros, tapas-cortina para las ventanas, circuito de agua, etc. etc.
  Pero lo necesario para navegar sí, como por ejemplo reemplazar unos bujes del timón que estaban medio flojos, arreglar el arraigo del botalón que estaba doblado (caño con inserto roscado de 1/2 pulgada, que lo tuve que sacar a mazazos de la proa del barco), retocar éste para que aguante mejor con el cabo, etc.
  Tuve algunas salidas vuelta-perreras, p.ej. con Andrés del Weta, un hermano menor del Titanio, de similar comportamiento; se notaba en Andrés, que como nadie de los que subió al Titanio hasta ahora, sentía el barco "a lo trimarán", jugando fino con el timón enseguida para buscar el mejor aparente, a pesar de estar muy calmo. En otra conocí a Roberto con su trimarán Multi 23 que se importó de China; flor de tri el M23, hay una gran clase en el mundo, páginas y foros propios, regatas, etc.

El Titanio conociendo el San Antonio


Lástima el botalón sin bajar!

  El finde que pasó hicimos con mis amigos Pablo y Jorge el viaje anual, una suerte de retiro para ponernos al día, ya que Jorge vive en Calafate y viene una vez por año; ya llevamos como 15 años, y recorrimos varios lugares típicos: San Juan, Colonia, Martín García, Carmelo, Conchillas,
  Este año era cortito, Sábado a la mañana a Domingo a la tarde, íbamos a ir a Conchillas, pero con el tema del Rol, supermercado, etc., me decidí por La Plata, que es una buena navegación (10 millas más que Conchillas, desde el Barrancas), no hay que hacer rol, no hay que cambiar moneda, etc. y de paso conocería un lugar al que nunca había entrado.
  La meteo daba a favor de ida y vuelta, pero justo justo de popa; digo "pero" porque como en el tri vas haciendo bordes de aleta, lo mejor es que te toque de aleta para hacer un solo borde rápido.
 El viento estaba fuerte del Noroeste; al salir al río, cambié mi idea original de spi por foque y dos manos de rizo.... mucha ola corta, molesta, mucho "corderito", Borde al Mitre, luego borde a la costa, luego al Mitre... las planeadas eran de 10 a 13 nudos, saltando las olas cruzadas; la ola no estaba exactamente paralela al viento, por lo que en un borde las teníamos casi de través, golpeando bastante, y en el otro estaban mas a favor, con lo que las barrenábamos de lo lindo, nos subíamos a una y estábamos 15 o 20 segundos barrenando como una tabla de surf.
Pero la verdad es que no me animo aún a apretar más: me dan miedo las fuerzas sobre el aparejo, sobre los arraigos, sobre el timón y la orza. Lo dice Farrier: si querés ir a 20 nudos, es como ir a 200 km/h en un auto deportivo. A mí me da miedo de romper algo.  Así que no sólo lo llevábamos sin spi y con mayor rizada, si no que también evité bastante las planeadas, sobretodo con la ola de través. Es fácil, para pincharlo, lo derivaba; al ir mas empopado, aunque soplaban entre 20 y 25, íbamos cómodos a unos 6a8 nudos, a unos 30 grados de la popa redonda; así en general; cuando calmaba unos segundos, orzaba unos 15 grados, y a patinar, 10 a 12 nudos; si cargaba la racha, lo pinchaba de nuevo; cuánto más a popa, mas lento. En popa redonda, 6 nudos, Así que la onda era esa, medio derivados a unos 7 nudos, y de a ratos planear un poco.
  Fué cansador, el Río estaba muy picado, llegando a La Plata las olas eran grandes, yo nunca había entrado, tenía un poco de "zogaca" por entrar por el canal con ese viento de través, con las estacas semisumergidas.... Nos zarandeamos bastante, no comimos nada hasta estar en La Plata.
  En poco mas de 5 horas hicimos las 36 millas en forma directa que hay hasta las balizas de entrada al Canal, aunque con los bordes debemos haber hecho unas 10 millas mas.

 Datos del gps de la ida, desde Quilmes hasta las balizas de entrada a La Plata.


Lo bueno es que el track del Gps (que quedó grabado desde el tramo de Quilmes hasta LaPlata) muestra que los bordes son prácticamente a 45 grados de la popa, que es el límite famoso donde "prende el turbo". O sea que entre esos 45 y 50 grados está ese punto en el que sale disparado. Yo pensaba que el ángulo era mas abierto.

Track del mismo.


 Cuando llegamos al Canal enrollamos foque y solo con la mayor rizada entramos de través, bien controlados, a unos 7 nudos.
Amarrar allá con el viento que soplaba fué desastroso, no podía meterlo en la amarra.
La estadía en el Club de Regatas muy buena, el trato fué cordialísimo de todos los que nos atendieron, y el club es muy pero muy lindo.

A la vuelta, bien de popa: sudeste. Salimos del club a las 9:30, una hora y minutos después ya dejamos el Canal; estaba mas suave, entre 12 y 14 nudos según Prefectura Río Santiago.
  Cuando vas en popa en el Titanio el aparente baja bastante, así que al rato estábamos con mayor completa y spi. Lo mejor del viaje. Cuando tocábamos ese famoso ángulo de "turbo on", la planeada era fantástica.... 12, 13, 14... sin parar, con el río sin mucha ola. Eso es lo lindo, íbamos a velocidades parecidas al día anterior, pero sin el golpe de la ola, o sea, mucho más cómodos, lo que te permite mantener mucho mas tiempo la planeada. Realmente ese momento es espectacular. El barco con el spi y la mayor clavaditas, planeando en forma recta como una lancha, a 14 nudos, dejando la estela espumosa y recta atrás, totalmente estable, 2 dedos en el timón.... ahí es cuando uno cree que valieron la pena cada día de laburo de los 5 años de construcción.
 Aprovechamos el momento e hicimos un largo borde a pùro spi, cruzando la intersección entre el Canal de acceso al puerto y el canal Martín García, "Canal uruguayo" como mal lo llamamos muchas veces los nautas de acá.  Una milla mas allá, a 8 de la costa, decidimos hacer un borde a tierra; y ahí vino el sopapo. Primero, el spi había vuelto a doblar el arraigo; evidentemente la fuerza que hace es DESCOMUNAL; también es evidente que voy a tener que cambiar la medida por 3/4 de pulgada, lo que va a ser muy difícil ya que por adentro está laminado el de 1/2 en una zona de acceso casi imposible, ya que en el medio se puso el mamparo de la landa del proel. Acto seguido, siento un juego raro en el timón: los bujes nuevos no aguantaron, el material es malo, por lo que el casette del timón empezó a trabajar no como debiera, haciendo fuerzas en zonas que no debieran, y se empezó a rajar: En cuanto lo ví, abajo todo. Podíamos romper y quedarnos sin timón. Switchamos a modo-crucero: abajo el spi y la mayor, arriba el foque "tangoneado" (en realidad con el Barber hauler, que hace el mismo efecto), y en popa redonda, tratando de que el timón trabaje lo menos posible, hicimos las 24 millas que nos faltaban hasta el Barrancas en 5 horas; íbamos entre 4,5 y 5 nudos, bien, pero arriba del Titanio parecía que estábamos en cámara lenta; fué el comentario enseguida de Pablo y Jorge; "qué rápido se acostumbra uno a lo bueno" dijo Pablo, y es verdad... lento, con las olas en popa que nos pasaban de a poco, extrañando las patinadas con el spi, pero con un ojo y medio mirando cada movimiento del timón....
 Por lo menos pudimos comer tranquilamente la picada, las frutas, y los mates un rato después, ya casi llegando. Lo lindo es que uno sabe que "se puede", es muy fácil bajar el acelerador y aún así ir a razonables 5 nudos, y casi sin escora aprovechar para comer, o hacer cualquier tarea sin atender la navegación.
  Con la tarde subió un poco la intensidad, con lo que ganamos algo, algun "6 nudos" en las olas, pero rogando que no suba mas para no forzar el timón.
  Para completarla, el manillar del motor perdió el bulón que lo sostenía, con lo que de golpe me quedé con el mismo en la mano. No lo perdí de milagro.
  Finalmente pudimos llegar bien, 17:30 estábamos de vuelta, y luego de desarmar el timón, encontré que el daño no era mucho, por lo que el arreglo va a ser rápido. Lo del botalón quizás me cueste un poco más. Y conseguir el bulón de inox. con rosca milimétrica para el motor, más!
Buen 2015 para todos, vientos francos y un pié de agua bajo la quilla. (U orza rebatible...)